Amor en el Olimpo capítulo 8

Saludos mis lectores, lamento la ausencia, ya les debía este capítulo desde hace tiempo pero tenía que inspirarme, la verdad no siempre es fácil, espero que sea de su agrado, ojalá dejen comentarios n.n de antemano gracias y porfis no copiar jaja

En otras noticias les tengo sorpresas pero aun no puedo decirlas :D solo esperemos todo salga bien

Bueno aquí les dejo capítulo

8

Hefesto era un sujeto calculador, había estado observándoles, después de todo Ares era su rival de toda la vida y Afrodita la joven que le interesaba, y no podía rendirse, escuchaba atentamente las palabras de Hermes

-bueno jóvenes debo retirarme, el Olimpo me espera, pero antes Yuri me gustaría hablar contigo un momento, Layla ¿puedes esperarnos un momento?- pregunto Hermes

-descuiden, Yuri te espero allá cerca de la fuente- dijo Layla

-de acuerdo en un momento te alcanzo- dijo Yuri mientras se dirigía con Hermes hacia unos árboles

-Yuri debo advertirte, Hefesto anda cerca, y tarde o temprano Layla debe saberlo- dijo Hermes en voz baja

-no puedo decirle-

-si debes, para protegerla debes decirle la verdad-

-pero…-

-es necesario que ambos sepan para estar preparados cuando lo vean- dijo Hermes

-se lo diré esta noche- dijo Yuri

-por cierto eviten causar conflictos la gente como dije suele ser complicada, ustedes deben saberlo- dijo Hermes

-descuida estaremos bien- dijo Yuri, y dándose las manos se retiraron ambos, Hermes al Olimpo y Yuri con Layla

-vamos por algo de comer antes de regresar a la casa de huéspedes- dijo Yuri

-bien, pero tu tienes que explicarme algo- dijo Layla

-¿Qué cosa?- dijo Yuri

-algo sucede y no quieres contarme- dijo Layla

-te lo explicaré mas tarde- dijo Yuri en tono serio

-como digas- dijo Layla igual en tono serio, Yuri no quería ser descortés pero tenía que ser prudente, algo le decía que no era el momento de hablar, pasó un rato y llegaron al pueblo nuevamente, para sorpresa de ambos parecía que había una fiesta, había gente disfrazada con atuendos coloridos, música, algunos juegos de destreza, entre otras cosas

-tengo la ligera sospecha de que nunca nos enteramos de nada- dijo Yuri en tono bromista

-no es raro- dijo Layla sonriendo, en ese momento una señora se acercó a ellos

-veo que no son de aquí, pueden alquilar un traje en mi tienda, les hago un buen descuento por pareja- dijo la señora

-es usted muy amable, pero ¿Qué fiesta es esta?- preguntó Layla

-es el carnaval señorita- dijo la señora

-y todos se disfrazan- dijo Yuri

-así es jovencito, ¿se animan?- preguntó la señora, Layla miró a Yuri

-anda di que si será divertido- dijo la joven

-…vamos…- dijo el joven con un suspiro

-perfecto síganme jóvenes- dijo la señora, quien los llevó a su tienda, ahí había una gran colección de atuendos, vestidos y trajes típicos, otros no tanto pero eran realmente coloridos, Layla miró algunos vestidos

-este es muy bonito- dijo Layla

-le quedaría muy bien señorita- dijo la señora , Yuri buscaba algún traje apropiado pero ninguno que de verdad le gustara, finalmente encontró uno de color blanco con adornos dorados

-¿Qué disfraz es este?- preguntó Yuri

-es un disfraz del olimpo- dijo la señora

-¿a que se refiere?- preguntó Yuri

-se dice que los dioses hacían fiestas a menudo, y en una ocasión dos de ellos asistieron a un baile de carnaval, eran una hermosa visión, aunque nadie supo que dioses fueron, muchos de nosotros hemos creado atuendos parecidos, pero nadie se ve como ellos dos- dijo la señora, mientras Layla salía de probarse el vestido, la señora y Yuri miraron con asombro, Layla usaba un vestido blanco con un velo de color rosa que entallaba su cintura, y algunos adornos que hacían ver a la joven como toda una princesa

-señorita se ve como una diosa- dijo la señora, Layla se sonrojó

-te ves…realmente…- dijo Yuri pero no pudo completar su frase, se había puesto algo nervioso

-¿me veo bien?- dijo Layla nuevamente

-eres sin duda una mujer bella- dijo Yuri

-pero falta usted joved, ande pruébese su traje en lo que yo peino a la señorita- dijo la señora

-¿peinarme?- preguntó ella

-así es señorita, por favor permítame- dijo la señora, Yuri se metió tras una cortina para poder cambiarse, luego de un rato salió también portado un traje color blanco con adornos dorados y rojos, se sentía algo incómodo

-usted también se ve muy bien joven- dijo la señora

-Yuri te ves…como del olimpo- dijo Layla en tono curioso, Yuri se sonrojó

-no tanto como tu- dijo Yuri, Layla se sonrojó pues con el peinado que la señora le había realizado se veía aun más bella, un broche con forma de ala dorada adornaba su peinado

-bien jóvenes es hora de irse al baile de carnaval, todos se comienzan a reunir, quien sabe tal vez los confundan con dioses- dijo la señora en tono alegre, Layla y Yuri se quedaron algo sorprendidos

-¿cree que sea buena idea ir?- dijo Layla

-claro, les gustará mucho- dijo la señora

-¿usted sabe algo de nosotros?- dijo Yuri

-no realmente, pero un señor agradable me contó que dos de sus mejores amigos iban a venir a verme, y yo estaba emocionada, pues ustedes realmente son personas especiales- dijo la señora entusiasmada, Layla y Yuri salieron de la tienda sonriendo y algo nerviosos, al salir y ver a la gente celebrar el carnaval, era como si hubiera magia en el lugar, Yuri miró a Layla y le ofreció su brazo para escoltarla, Layla se sintió halagada por ese gesto, y tomó del brazo a Yuri, caminaban por la calle, para asombro de muchos, Layla y Yuri causaban impresión, era como ver una pareja de la realeza, la música comenzaba a sonar en la plaza principal, y algunas parejas se disponían a bailar

-Layla ¿te gustaría bailar conmigo?- preguntó Yuri

-será un placer- dijo Layla sonriéndole, ambos se dirigieron a la pista de baile, y comenzó un suave vals, Layla bailaba maravillosamente, Yuri era excelente pareja, ambos se complementaban al bailar, era poesía en movimiento, Layla estaba impresionada, generalmente bailaba sola en sus demostraciones, pero Yuri parecía saber seguirle en cada uno de sus pasos, Yuri se quedaba impresionado de su joven acompañante, Layla era todo encanto a sus ojos, deslizarle al compás de la canción, el vestido de la joven parecía moverse de forma elegante a medida que Layla se movía, Yuri disfrutaba ver a Layla bailar; la gente quedó sorprendida, al finalizar el baile todos aplaudieron a la pareja, ambos se miraron y sonrieron, dieron las gracias al público.

Layla y Yuri salieron de lo que era la pista de baile, y se fueron a sentar en una banca, cerca de un puesto de flores

-Eres una excelente bailarina- dijo Yuri

-gracias Yuri, aunque para ser franca es la primera vez que bailo en pareja, generalmente bailo sola, y nadie puede seguirme el paso, pero contigo, no dejo de impresionarme- dijo Layla, Yuri la miró dulcemente y se acercó a ella un poco, ambos se miraron a los ojos, pero justo en ese momento algo llamó su atención la voz de un niño que exclamó

-mamá mira las flores están floreciendo-

-esto parece magia- dijo la madre del niño, Yuri y Layla miraron, era verdad las flores cercanas estaban floreciendo, Yuri recordó en ese entonces las advertencias de Hermes, y de que pronto irían recuperando sus habilidades como dioses olímpicos, se preocupó más por Layla en ese momento, además no quería que Hefesto la notara si es que andaba cerca, tomó la mano de Layla

-creo que debemos irnos Lalya-

-tienes razón Yuri- ambos se retiraron del lugar, y caminaron un poco por lo que era un camino hacia el bosque, para sorpresa de ellos, ese camino estaba lleno de adornos , escucharon a algunas personas decir que ese lugar era turístico, pues justo en carnaval habían flores únicas que florecían de noche, la gente las llamaba “flores de luna” en honor a una diosa en tiempos antiguos.

-que hermosura- dijo Layla

-es verdad aunque no se comparan contigo- dijo Yuri, la joven se sonrojó, se detuvieron un momento a contemplar algunas, y nuevamente algo les sucedió, algunas flores comenzaron a brillar, por eso eran tan especiales, era como ver estrellas brotar de los botones, las flores eran azules, sus pétalos eran tan suaves, Yuri miró a Layla asombrada y pudo notar que se asemejaban al color de sus ojos, Yuri se quedó mirándole detenidamente, Layla le miró y ambos se quedaron un momento así, se fueron acercando lentamente, sus labios se rozaron sutilmente hasta convertirse en un beso, Yuri acaricio la mejilla ajena, Layla correspondió, luego de unos segundos, dejaron de besarse para mirarse de nuevo

-siento que esto lo hemos visto antes-

-yo también lo siento así-

-creo que puedo recordar algo-

-¿quieres decirme?-

-si Layla, hace tiempo tu me pediste venir a este pueblo, justo en su fiesta de carnaval, tu querías conocer como era una fiesta típica de la gente, y ambos venimos esa noche, con estos trajes que hoy portamos, la gente no nos había reconocido, hasta que una niña se acercó y te dijo Afrodita, y a mi Ares, ella te regaló un broche del cabello, y tú le regalaste un jardín completo de estas flores…-

-ahora que recuerdo… espera un momento, el broche que le di a la chica es el mismo que la señora de la tienda me puso hoy-

-ya lo descubrieron- dijo una voz familiar, Layla y Yuri voltearon, era Hermes acompañado de la señora

-Han pasado 70 años desde que los vi esa vez en una fiesta como esta- dijo la señora con lágrimas en los ojos, Layla se acercó y le dio un abrazo, Yuri estaba aún sorprendido

-Así es jóvenes, hace 70 años ustedes vinieron a este lugar, regalándole a esta gente un hermoso jardín, pero solo una niña de solo 7 años pudo reconocerlos, y ahora la niña ha crecido compartiendo con todos la dicha de este jardín, Layla y Yuri han pasado su segunda prueba, lograron recordar el amor que tenían por esta gente, y que tu Yuri aunque aún tengas tus dudas de querer regresar al olimpo comprendas que no fuiste el tirano como creías, había gente que te apreciaba así como a Layla, Afrodita- dijo Hermes a ambos

-gracias Hermes, realmente estoy contento por saber esto- dijo Yuri, Layla dejó de abrazar a la señora, tomó el broche de nuevo de su cabello y se lo colocó a la señora nuevamente, mientras le decía unas palabras

-conserva este broche contigo, después de todo…para mí siempre serás esa pequeña niña que se convirtió en mi amiga y que por siempre tendrás un lugar en mi corazón- dijo Layla, la señora feliz nuevamente le dio un abrazo a ella y a Yuri, ambos estaban conmovidos

-bien es momento de regresar al pueblo, yo la acompañaré de regreso a casa, Layla y Yuri sigan disfrutando de la noche, y recuerden solo falta una prueba más- dijo Hermes alejándose de ahí con la señora de camino al pueblo.