Esta es otra de mis historias, no está terminada pero espero continuarla en breve, la empecé por el año 2013 n-n espero que sea de su agrado.
BALADA DE MEDIA NOCHE
Autora: KarlybetPersonajes : Karina Lyle y Kotetsu
(No copiar)
Balada de Media Noche
La cena había estado deliciosa, todo había sido perfecto, no faltaron las rosas, las risas, los momentos de comunicación, Kotetsu había hecho como siempre locuras que a Karina la hacían sonrojarse pero al mismo tiempo sonreír y disfrutar del momento, era bello el momento, la magia podría sentirse, la luz de las velas iluminaban el rostro de ambos, pero Kotetsu se perdía en el brillo de los ojos y sonrisa de Karina, era una cita encantadora, no tardaron en disfrutar del postre, helado de chocolate y vainilla, algo sencillo, pero con la compañia se hacía el postre más delicioso.
Karina miró a Kotetsu quien se había dejado chocolate en los labios, sin darse cuenta, una leve risita se notó en el momento
-¿sucede algo Karina?- preguntó Kotetsu, ella solo se le acercó y con una servilleta dulcemente limpió los labios, él se quedó quieto, a Karina le causó ternura la expresión en el rostro de Kotetsu, tanto que decidió darle un fugáz beso, rozando levemente sus labios, para luego susurrarle
-no es nada, solo tenías algo de jarabe de chocolate- dijo al momento de regresar a su asiento, a terminar su postre, Kotetsu sonrió, para él ella aun era pequeña, frágil, le inspiraba muchas cosas, que no se atrevía a decir.
Mientras disfrutaban de su postre, por la mente de Karina igual pasaban ideas, Kotetsu era un hombre maduro, con muchos misterios, le encantaba su forma de desenvolverse, como persona y como héroe, sabía escuchar, y aunque a veces la había enojar, las risas nunca faltaban, así como lo buenos momentos, no se arrepentía de conocerlo, y mucho menos de estar enamorada de él.
Así pasaron un rato más, en el restaurante, afuera el frio parecía anunciar una lluvia.
-Karina deberíamos irnos, te prometo llevarte a tu casa, antes de que llueva-
-Está bien Kotetsu, vayamos- dijo ella levantandose de la mesa, y colocándose su abrigo, mientras tanto Kotetsu pedía la cuenta y pagaba, miró a la mesa para dejar propina y al alzar la vista se quedó petrificado, al ver la dulce figura de Karina, se sonrojó pero no dijo nada al momento, no quería incomodarle o ser imprudente, se puso de pie y tomó su gabardina también, Karina lo observaba de reojo, y suspiró al momento de verlo, tan elegante y con ese porte que la facinaba, se sentía indefensa ante los encantos del heroico Wild Tiger.
Kotetsu la tomó por el hombro y al llegar a la puerta del restaurante, abrió la puerta para que pudieran salir, el aire frio causó que algunas hojas de los árboles cercanos del parque les cayeran en el rostro
-jajaja - dijo Karina muy divertida
-fuuu hojas - dijo kotetsu al quitarse una cerca de su boca
-bueno vamos, será más fácil si caminamos por el parque- dijo él pensativo, pero Karina lo tomó del brazo
-andando vamos por ahi-
-bueno también te iba a decir que para que no tengas frio, tomaramos un taxi-
-cariño, mi poder es el hielo, no tengo frio, además quiero pasar mas tiempo contigo- dijo ella en tono tímido
-está bien linda, vayamos por el parque- dijo Kotetsu mientras la acompañaba, el parque estaba agradable, a pesar del frio, podía sentir el dulce calor de Karina tomandole del brazo, ella parecía feliz, tenía una sonrisa dibujada en su rostro, el también la estaba pasando muy bien, cuando de momento algunas gotas de lluvia comenzaron a caer
-oh no- dijo él
-que no te asusten unas gotas de lluvia- dijo ella
-pero no quiero que tus padres se molesten si llegas a casa toda empapada, debemos buscar refugio- dijo Kotetsu apresurado y nervioso, Karina lo tomó de la mano
-¿tu casa está cerca no?- preguntó ella
-pero...Karina...tus padres que dirán...- dijo nervioso
-mis padres no están, iban a ir a una cena de negocios, además solo iremos a refugiarnos de la lluvia, no pasará nada más si es lo que estás pensando- dijo con un gesto serio pero sonrojada por el nerviosismo de Kotetsu
-bueno vamos rápido, está a unas pocas calles de aquí- dijo Kotetsu que tomando de la mano a Karina corrieron lo más que pudieron hasta llegar a la casa de Wild Tiger, entre obstáculos de charcos y la lluvia que se había soltado más fuerte, lograron llegar, rapidamente Kotetsu abrió la puerta, y entraron a la casa, estaban muy empapados
-Karina iré por algo de ropa seca, unas toallas puedes esperarme aquí y ponerte cómoda- dijo él apresurándose a ir al armario, solo podía prestarle una camisa, no tenía ropa femenina en casa que pudiera prestarle. Subió las escaleras, Karina le miró y mientras tanto pasó a la sala, era muy espaciosa, y cómoda, había una chimenea, pequeña pero le daba un toque muy hogareño, tambien sobre los libreros, pudo ver fotografías, de la hija de Kotetsu, otras de su mamá y otras de la esposa, era muy bella, Karina sintió nostalgia, quizás no había sido buena idea ir ahí, quizás Kotetsu aun sentía dolor, y ella no quería hacerle sentir peor
-en cuanto me seque y pase la lluvia me iré de aquí- dijo agachando la mirada, suspiró, pero al mirar en un pequeño escritorio ahí había más fotos, fotos de sus amigos los héroes, y las primeras fotos que Karina se había tomado junto a Kotetsu, el inicio de su amistad y de muchas cosas, recordó que Barnaby le había dicho que Kot no había sonreído desde hace mucho tiempo, hasta que ella apareció en su vida; sonrió levemente, esperando a que Kot regresara...
Kotetsu regresó unos minutos después
-aquí tienes Karina- dijo a la joven, entregándole una camisa, y toallas para que se secara
-gracias- sonrió
-yo también iré a secarme, cerrare las puertas para que puedas estar tranquila, puedes encender la chimenea su gustas, ahí hay un baño, que puedes usar, para darte una ducha, el agua está lista, yo ire a mi habitación de igual forma para darme un baño- dijo colocandose una mano en la cabeza algo apenado
-ve tranquilo- le dijo ella, ambos se fueron a duchar por separado, Karina seguía algo pensativa, se apresuró a bañarse, salió, y se puso la camisa que Kot le había dado, se arropó con una cobija, y encendió la chimenea, para poder sentirse más cómoda, se quedó mirando, sus ideas no la dejaban tranquila
-...y si Kot no me quiere...si solo me ve como algo pasajero...- se dio leves golpecitos en su cabeza
-... Kotetsu es demasiado encantador, amable y maduro, y jamás me haría eso...¿o sí?...haaa que tonta, en cuanto pare la lluvia me iré a casa...-dijo refugiandose en la cobija, al momento entró Kotetsu vestido de ropa deportiva, una toalla que estaba sobre sus hombros, y en sus manos traía algo de chocolate caliente en dos tazas.
-¿todo bien?- preguntó
-si, solo estaba algo solitaria- dijo ella sonriendo
-jajaja bueno no te preocupes, mira te he traido algo de chocolate caliente, seguro te gustará- dijo Kot colocando las tazas en la pequeña mesa
-veo que prendiste la chimenea, a veces me da flojera- dijo Kotetsu
-jum, me pregunto porqué razón- dijo ella
-bueno jeje, es mejor cuando se tiene compañía por eso, encendía la chimenea cuando me sentia nostalgico o quería algo de calor de hogar- dijo Kotetsu suspirando un poco y tomando algo de chocolate
-entiendo- dijo ella tomando de igual forma algo de chocolate
-Karina...quiero preguntarte algo...-
-dime-
-¿alguna vez has sentido sola?-
-si, así es-
-¿y que haces en ese momento?-
-pues solo pienso en las personas que están conmigo, escucho música, rara vez veo a mis amigas, recuerda el trabajo de un héroe no termina- dijo ella
-asi es el trabajo de un héroe jamás termina, de hecho dirían que es imposible tener vida social...personal...- dijo Kotetsu, Karina se quedó petrificada, ¿acaso Kotetsu le diría que no se vieran mas?, ¿había hecho algo malo?, pero Kot volteó pra mirarle a los ojos
-yo no quiero que eso nos pase, yo no quiero perderte, yo quiero que sigamos juntos, quiero que...- hizo una pausa, Karina de momento suspiró de alivio, pero se quedó mirandole al no terminar su comentario
-¿que cosa Kot?-
-Karina quiero sepas que significas mucho para mí...- dijo Kotetsu mirandole a los ojos, y al mismo tiempo nervioso por tener tan cerca a Karina, las mejillas de ella se ruborizaron
-Kotetsu...¿me amas?- dijo Karina nerviosa, además el porte tan seductor de Kotetsu la dejaba sin palabras
-Karina...¿estarías con alguien como yo?¿amarías a alguien como yo? ¿un sujeto que ha olvidado muchas cosas del amor?-
-Kotetsu, si no puedes contestarme, lo mejor será que yo me vaya, sabes bien lo que yo siento por tí, pero tengo miedo, miedo a arruinarlo, a perderte, a que me rompas el corazón, yo respetaré tu pasado, no te pido que cambies, solo quisiera que me dejaras ser parte de tu presente- dijo ella colocandose de pie, y aguantando las ganas de llorar, se dirigió hacia la puerta, pero Kotetsu se acercó a ella y la abrazó por la espalda, susurrándole le dijo
-no te vayas Karina, se lo que sientes por mi, jamás quiero lastimarte, te amo...-dijo Kotetsu aferrándose a ella, Karina no evitó llorar y lo abrazó fuertemente, tambien con voz dulce diciéndole al oido lo mucho que lo amaba, en eso un silencio invadió su abrazo, Kotetsu la miró a los ojos, y acercó su rostro, con algo de nerviosismo, acercó sus labios con los de ella, besandola con toda la ternura y delicadeza que ella merecía, ella a su vez, corespondía con amor y dulzura, las texturas de sus bocas se perdieron momentáneamente, y sus corazones palpitaban a un solo ritmo. Karina rodeó con sus brazos el cuello de Kotetsu, mientras que él la rodeaba de su cintura, su beso se convirtió en algo mágico que despertó sus corazones...
-no es correcto...-musitó Kotetsu
-tendría miedo, pero tu eres con quien quiero estar...Kotetsu- dijo Karina que seguía perdida en el beso seductor de su héroe, Kotetsu correspondió, dejó deslizar su diestra por la espalda ajena, la joven pudo sentir un sutíl escalofrío, pero estaba feliz, entre caricias y besos llegaron a algo más, mientras la chimenea los acompañaba, un momento especial e íntimo para ambos, Kotetsu la trató con amor y respeto, hacíendola sentir segura entre sus brazos, Karina quería besar y perderse entre el amor y la pasión que despertaba Kotetsu, a su vez acariciando su pecho, el cual tenía viejas cicatrices, Karina esperaba aliviar las cicatrices de su corazón, Kotetsu pudo sentir la fragilidad y ternura con la cual ella lo atrapaba, se dejaron llevar, el momento se convirtió en arte, un momento lleno de la mas pura forma del amor, y de entrega, Kotetsu quería detenerse antes de llegar mas lejos, pero su corazón le impulsaba a seguir, Karina con sus besos le invitaba, no había marcha atrás...al llegar a su momento, donde ambos se unieron para coplementarse...fue el recuerdo mas dulce, que jamás podrían olvidar...
Después de un rato, ambos se quedaron dormidos, Karina reposaba en el pecho de su héroe amado, Kotetsu velaba su sueño, besó su frente, a su bello angel del amor, se levantó un poco, para apagar las luces y la chimenea, luego regresó al lado de su hermosa amada, se quedaron ahí en medio de la sala, esperando por el amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario