E.A. Resurgimiento de Gaia: Capítulo 1

Capitulo 1: Mercenarios

El día comenzaba y la princesa Keira apenas despertaba y se miraba al espejo, su cabello color miel, su piel blanca un poco rosada y su vestido color azul claro estaba en orden, ni un rasguño o daño. Se podía notar que se encontraba en una fortaleza pero no se podía saber en qué lugar se encontraba. La princesa miró por la ventana a un joven de cabello castaño, piel blanca, con una cinta roja amarrada en la frente y una capa roja para después frente a él ver al señor que la había rescatado, un señor de cabello color negro, de piel morena y cabello castaño oscuro.

Parecía que estaban peleando entre sí, el joven atacaba con sus puños y piernas mientras el señor solo esquivaba al joven. Tras un descuido, se vió que el señor golpeó al joven con la palma de su mano en el pecho y el joven cayó al suelo. El señor miró al joven.

–Gray, tienes que observar a tu oponente recuerda que hoy es el día de tu primer misión y si no estás preparado puedes perder la vida.

El joven se levantó y asintió algo serio mientras lo miraba.

–Es verdad, sin embargo diste la orden de que vaya a esta misión y que ya estaba dentro del grupo… ¿no es así tío Ascalon?

La princesa bajó de su habitación y se acercó a los dos.

-Buenos días muchas gracias por haberme rescatado señor Ascalon.

La joven mencionó agradecida mientras miraba a Ascalon el cual miró a la princesa y sonrió, después llegó un hombre calmado el cual buscaba a Gray.

-Señor Ascalon, ya es hora de que partamos a la misión así que con su permiso llevaré a su sobrino y le enseñaré lo esencial del grupo.

Ascalon asintió tranquilamente mientras la princesa veía como Gray se retiraba junto con aquél hombre hacia un bosque cercano. Mientras, Ascalon miró a la princesa que al parecer se notaba confundida de lo que sucedía.

-Déjeme contarle todo princesa Elwyn. Usted está a salvo y nos encontramos en Ignis. El joven que acaba de ver es mi sobrino Gray y nosotros somos mercenarios, el señor con el que se fue Gray es mi teniente y es algo gruñón a veces, su nombre es Frederick y ellos se dirigen a una misión que nos encomendó la gente de un pueblo cercano pues han sido gobernados por bandidos y soldados de Mechania y recuperaremos su libertad.

La princesa sonrió un poco y asintió acerca de que entendió la situación sin embargo sentía que algo no estaría bien por lo que algo nerviosa miró a Ascalon.

-Ustedes parecen fuertes sin embargo, no quiero ser un estorbo o causarles problemas debido a que me están buscando por toda Gaia y tienen permiso de utilizar la violencia, no me gustaría que algo les sucediera a ustedes.

Ascalon tan solo rio un poco mientras se sentaba en el pasto y negaba con la cabeza. Al parecer recordaba algunas cosas o simplemente algo le había parecido cómico por lo que miró a la princesa.

-Usted aun es joven y si se va ahora. ¿Dónde iría? ¿Qué camino tomaría? Este país esta infestado por guardias enemigos y usted está en riesgo como todo el país. Usted es nuestra última esperanza como líder de Gaia. A decir verdad, yo sé que tarde o temprano mi grupo estará envuelto en la guerra. Incluso mi propio sobrino lo sabe.

Se acercó un poco hacia la princesa y le mostró un colgante el cual había sido del rey.

-Este colgante me lo dio tu padre, sabía que te encontraría en el futuro y así fue y ahora que estás aquí quiero que lo conserves.

Se acercaron 5 personas las cuales estaban dispuestas a presentarse con la princesa. Ascalon los miró y asintió a que se presentaran. El primero fue un joven de cabello castaño oscuro y una bufanda color amarillo.

-Mi nombre es Jace Casthen, soy de Fulminis, un placer princesa.

Sonrió mientras se presentaba el siguiente, un joven de tez morena con una banda en la muñeca color marrón.

-Yo soy Carlton Porthen y vengo del estado de Terra, un gusto princesa Elwyn.

Sonrió un poco mientras se presentó otra persona la cual era de tez blanca y tenía bandas en las muñecas color amarillo.

-Al igual que Jace, soy de Fulminis y mi nombre es Morris Verth.

Se acercó un joven de tez morena obscura con una cinta amarrada en la pierna color verde.

-Mi nombre es Astodius Jarreth y vengo de Aeris y la verdad es que tengo sueño…

Mencionó el joven para después retirarse y finalmente se presentó el último de los 5. Su piel era blanca y tenía unos guantes color marrón.

-Mi nombre es Lou Christ y yo soy de Terra.

Al presentarse todos, rompieron formación y se fueron cada uno a sus deberes. Mientras tanto, el equipo de Frederick y Gray estaba en problemas debido a que llegó un grupo de soldados de Mechania que estaba arrasando con todos. Gray fue herido sin embargo aún se levantaba y logró derrotar al comandante enemigo con su puño envuelto en llamas. Tras haber cumplido con la misión, Gray cayó al suelo desgastado y Frederick cargó con él de regreso a la fortaleza. Al llegar, Ascalon vio que solo ellos dos regresaron y Frederick le contó lo ocurrido mientras dejaban a Gray reposando en su habitación. La princesa miró a Gray y decidió ayudar curando sus heridas. Ascalon al regresar al cuarto de Gray, observó a la princesa curándolo.

-Princesa Elwyn, muchas gracias por encargarse de la curación de mi sobrino, al parecer no estuvo nada mal su actuación del día de hoy, recordando la emboscada en la que cayeron…
La princesa sonrió y en la noche Gray comenzaba a despertar.

-¿Q-qué sucedió? Por un momento estaba en el campo de batalla y después despierto aquí y una chica está aquí… Espera… mi cuerpo… no me duele. A caso… Muchas gracias, mi nombre es Gray Zerohardt. Un gusto.

Gray hizo una ligera reverencia y en ese instante Ascalon miró a Gray y el mismo asintió sabiendo que se trataba de algo importante por lo que ambos salieron a dar un paseo por el bosque mientras se disculpaban con la princesa.

-Gray, Frederick me contó acerca de tu esfuerzo hoy y me da orgullo saber que estás listo

Gray lo miró confundido pero en ese momento se escuchó una voz misteriosa, al observar bien, se trataba de un guerrero de Mechania el cual vestía una armadura color negro metálico y desenfundó una espada plateada que brillaba a la luz de la luna.

-Al parecer tu eres Ascalon… vengo a acabar con tu vida y la de tu grupo, incluso con la de tu sobrino querido.

El guerrero señaló a Gray con su espada, su cara no era visible por el casco que llevaba sin embargo comenzó una feroz batalla entre Ascalon y aquél guerrero. Ascalon envolvió su mano en llamas y con esas llamas creó un hacha de fuego con la cual contrarrestaba los ataques de la espada del guerrero obscuro. Gray quería ayudar a Ascalon por lo que se acercó con su puño envuelto en llamas y el caballero obscuro tan solo le dio un golpe que logró detenerlo.

-Gray! Quédate atrás y ve a la fortaleza, es una orden!

Gray solo se limitó a observar a Ascalon y quiso obedecer pero en cuanto dio la espalda se escuchó un alarido de dolor. Miró hacia atrás y pudo observar a Ascalon con la espada enemiga atravesada por su torso. El guerrero obscuro tomó la espada y se fue mientras reía. Gray se acercó a Ascalon sorprendido de lo que había sucedido.

-No, por favor no nos dejes, por favor no… Tío!!!!

Cargó con el cadáver de su tío hasta la fortaleza y se reunió el grupo completo los cuales eran 6. Los 6 además de Gray estaban devastados. Al mirar la princesa lo acontecido se sorprendió y rompió en llanto. Gray solo lloraba y apretaba sus puños.

-Si hubiera sido más fuerte… hubiera podido ayudarlo… y nada de esto hubiera pasado…

Frederick cerró los ojos y miró a Gray.

-Ahora… tienes que tomar el liderazgo del grupo… Comandante Gray

Gray tan solo miró a Frederick sorprendido por el cargo que le habían dejado, no podía creer lo que había escuchado, había sido su primer misión y ese mismo día había perdido a su tío y nombrado comandante por lo que cerró los ojos por un momento y al abrirlos miró con determinación a todos.

-Bien… es lo que mi tío el comandante Ascalon quería por lo que acepto el cargo, asumiré mi cargo como comandante. Espero todos estén de acuerdo y protegeremos a la princesa. Llegó una carta con la petición de un trabajo en Aqua, los 5 sabios son nuestros clientes así que partiremos mañana y veremos su propuesta… por ahora… descansemos…

Mencionó el nuevo comandante mientras se dirigió al balcón de la fortaleza con una mirada triste. La princesa lo notó y se acercó a él.

-Ha sido un día duro… deberías ir a descansar…

Gray volteó a mirarla y negó con la cabeza.

-No puedo, no me siento nada bien…

La princesa lo miró y asintió con la cabeza mientras le dio un abrazo.

-Estaré aquí también entonces, comandante Gray.